- Investigación y Ciencia
- Agosto 2015Nº 467
Un
estudio sobre dos grupos étnicos balcánicos demuestra que el
conocimiento tradicional sobre los recursos vegetales locales ayuda a
sobrellevar los períodos de escasez y promueve la conservación de la
biodiversidad.
Para que los distintos grupos humanos
puedan seguir explotando de forma sostenible los ecosistemas que
habitan, es esencial comprender el modo en que obtienen, manejan y
perciben sus recursos locales. El estudio de estas complejas
interacciones entre las personas y las plantas es el objetivo de la
etnobotánica, una disciplina integradora multidisciplinar que se basa
principalmente en métodos tomados de la botánica y la antropología.
La mayoría de las investigaciones en etnobotánica demuestran que el conocimiento tradicional sobre los recursos alimentarios y medicinales locales está sufriendo un declive alarmante. Este fenómeno resulta especialmente acuciante en Europa. Sin embargo, en un artículo publicado en Nature Plants, Cassandra L. Quave, de la Universidad Emory (EE.UU.), y Andrea Pieroni, de la italiana Universidad de Ciencias Gastronómicas, sugieren que las plantas silvestres siguen desempeñando un papel muy importante para las comunidades nativas de las montañas de Kukës, una de las regiones más pobres de Albania. Sus resultados también demuestran que la conservación del conocimiento tradicional se halla íntimamente ligada a la de la biodiversidad.
La mayoría de las investigaciones en etnobotánica demuestran que el conocimiento tradicional sobre los recursos alimentarios y medicinales locales está sufriendo un declive alarmante. Este fenómeno resulta especialmente acuciante en Europa. Sin embargo, en un artículo publicado en Nature Plants, Cassandra L. Quave, de la Universidad Emory (EE.UU.), y Andrea Pieroni, de la italiana Universidad de Ciencias Gastronómicas, sugieren que las plantas silvestres siguen desempeñando un papel muy importante para las comunidades nativas de las montañas de Kukës, una de las regiones más pobres de Albania. Sus resultados también demuestran que la conservación del conocimiento tradicional se halla íntimamente ligada a la de la biodiversidad.